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El vía crucis que vivieron comerciantes de la ciudad de Orizaba con la represión del presidente municipal Hugo Chahín Maluli, concluyó hoy con la crucifixión de su compañero Eligio López Osorio.
Alrededor de las 10:30 horas, Eligio, un comerciante originario de la colonia Emiliano Zapata, vendedor de frutas, chilatoles y esquites, decidió dar este paso en apoyo a sus compañeros manifestantes.
López Osorio permanecerá ahí doce horas en exigencia para que el gobernador Javier Duarte de Ochoa actúe y presione a las autoridades municipales para abolir el impuesto que el ayuntamiento impuso.
Exige que el impuesto desaparezca y que tanto el cese como el acoso y la completa cacería que directivos del área de comercio han iniciado en contra de este sector popular, termine definitivamente.
Al conseguir su reacción del presidente municipal de extracción priista, este dijo que jamás responderá a los caprichos de unos cuantos vendedores que juegan el papel de protagónicos.
"Nada, no puedo decir nada, tenemos casi más de dos meses dialogando en la expectativa y ellos se han negado al diálogo pues piden muchas cosas que el gobierno no puede otorgar; ya es muy de su decisión lo que quieran hacer", acotó.
Y reiteró: "no puedo eliminar un impuesto porque si se lo quito a uno necesito quitárselo a tres mil comerciantes perfectamente establecidos y muchos vendedores ambulantes que vienen a pagar sus impuestos".
No podemos –refutó- abolir. Ellos pueden estar dos ó tres años en lo que salgo y entra el próximo presidente con todo gusto. Son libres de expresarse y no los hemos tocado, puntualizó.
Hasta el momento, no los hemos ni volteado a ver, abundó el señor presidente de Orizaba.
El alcalde culpó a los comerciantes de romper el diálogo y dejó en claro que los ambulantes buscan otros intereses que dijo desconocer. Pregúnteselos a ellos porque ellos quieren ser los protagonistas, respondió a los cuestionamientos de la prensa.
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